En la entrada anterior hablamos sobre la pausa. Aquella que nos predispone al pensamiento crítico. Esta pausa es sólo de unos segundos, para tomarnos un respiro, pensar en la información que tenemos y usarla racionalmente.
Hoy quiero hablar, brevemente, sobre otra pausa: las vacaciones. Es el tiempo en el cual deberíamos dejar de pensar en el trabajo. Tratar de no revisar mails (despreocuparse por el inbox zero) y dedicarse al ocio y al esparcimiento. Es el momento para viajar y retomar esos hobbies o actividades que tenemos relegados. Debería ser nuestra obligación.
Germán
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